La Providencia de Dios fue guiando siempre mi vida. Tuve que tomar varias decisiones en estos 37 años. Al finalizar los estudios secundarios siempre viene la pregunta: ¿qué voy a estudiar? ¿Qué quiero para mi vida? A esa edad siempre surgen esos cuestionamientos y con ello las primeras decisiones que uno misma toma. ¿Será lo correcto? ¿Me irá bien?
Dudas y miedos vienen e invaden nuestro interior. Cuando uno va proyectando la vida va descubriendo que es lo mejor y lo que quiere para uno. Pero Dios interviene y hace lo suyo cuando lo cree necesario. Cambia nuestros planes por los suyos. Y cuando Dios llama no nos suelta.
De niño jugaba a celebrar la misa en el patio de casa y de adolescente ayudaba en la catequesis en mi parroquia. Pero no estaba en mis planes ser Sacerdote. Aunque mi abuelo siempre me decía que lo iba a ser. Me apasionaba de joven todo lo que era la medicina, por eso ingresé a la Facultad de Kinesiología y estudie enfermería. Cuidar enfermos, servirles y buscar la salud siempre es lo que quería. Sin embargo cuando tuve la oportunidad de participar de la Jornada Mundial de la Juventud en Toronto (Canadá), volví con otra mirada, la fe se vive en cualquier parte, en diferentes culturas, idiomas. Pero sentí el llamado de Dios cuando vi el testimonio de otros. ¿Cuánto vale el testimonio de quienes viven felices sus vidas?
Eso me hizo descubrir que también seguir a Jesús como un religioso orionista haría más feliz mi vida. Ya han pasado 14 años que estoy en la congregación. Hoy renuevo ese llamado de Dios respondiendo con generosidad y afrontando los desafíos de la Vida consagrada que vive la Iglesia hoy.
Por eso querido joven, no tengas miedo de seguir al Señor, El hace todo lo posible para que podamos responder hoy a pesar de que vamos a contra corriente. El mundo quiere vaciarnos de Dios, quiere llenarte de cosas superficiales, por eso te invito a que busques en el silencio y en la oración contemplativa la Voluntad de Dios para tu vida. Sólo tienes que ser generoso y fiel, lo demás... El guiara tus pasos.
Hoy me siento agradecido y feliz por esta vocación. Servir a Dios es algo que me llena el corazón. Dios pone diferentes personas en el camino para acompañar, pastorear y también aquellas que se convierten en amistades sanas que hacen más plena nuestra vida. Finalizo con una frase de san Luis Orione: “Solo la Caridad Salvará al Mundo”, hagas lo que hagas que sea con amor.
* El Padre Pablo Javier Almada nació en la Ciudad de Córdoba (Argentina) el 14 de enero de 1980. Estudió en el Colegio “Don Orione” y cuando cursaba el 4º año de Kinesiología y Fisioterapia ingresó en la Congregación de Don Orione. Le gusta la música, el cine, y sobre todo aquellos lugares donde la naturaleza muestra sus maravillas como los bosques, las montañas, lagos y el mar. Tiene casi 3 años de sacerdote, fue ordenado el 01 de marzo de 2014 en Córdoba y eligió como lema: “Hagan todo lo que Él les diga”, (Juan 2, 5b) palabras de la Virgen María en las Bodas de Caná. A partir del 2017 su actividad pastoral será en la comunidad de Villa Dominico (en el gran Buenos Aires), como encargado del colegio.
